La trata de blancas: un tema que preocupa




Por Sebastián Sosa

Eran las cinco de la tarde y el barrio porteño de constitución era un verdadero hormiguero de gente que viaja a diversas partes del conurbano bonaerense. Entre medio de tanta gente  hay mujeres que pareciera no encajar con el contexto. Estas personas ofrecen sexo a toda hora en una zona que es conocida como liberada, tanto para la prostitución, pungas, y vendedores de drogas.

Entre millones de personas se puede observar una mujer de un metro noventa de altura, un físico exuberante y que utilizaba una vestimenta poco convencional para la vía pública. Era fácil de saber de qué se trataba. Su nombre es Sheila, dominicana  y ofrece sexo. Nos dio la oportunidad de poder dialogar con ella sobre un tema que aterra hoy en día a todos los argentinos, como es la trata de blanca. Ante la consulta de que opinaba sobre dicho tema, Sheila se incomodó y contestó: “Se que existe, pero no te puedo dar ningún dato sobre eso”, tras hacernos saber que sabía de lugares en donde a las  mujeres las tenían prohibidas de libertad y que las obligaban a prostituirse, Sheila, un poco incomoda por la situación manifiesta: “”Discúlpame quiero trabajar”. Luego de insistir en varias oportunidades consultándole si trabaja para alguien o lo hacía solamente de forma independiente, expresó: “Yo trabajo para mí. No tengo que entregarle a nadie ningún tipo de comisión”.

Durante  20 minutos, cinco hombres consultaron sus aranceles. Parece que a ninguno le convenció a lo cual volvió a su puesto, la puerta de una casa abandonada construida hace aproximadamente hace unos 100 años. La conversación se torno más fluida y Sheila comenzó a sentirse un poco más cómoda a comparación con el principio de la charla. Fue en ese momento que opino: “Acá hay mucha mafia alrededor del negocio del sexo. No puedo darte nombres ni mostrarte ningún lugar en donde una sabe que hay mujeres que fueron traídas aquí engañadas  con que un trabajo digno le iban a ofrecer, sin saber que iban a tener que prostituirse. Ojo, con esto no te digo que para mí no sea un trabajo digno, pero cuando sos obligada a hacer algo no es muy digno que digamos”.  Ya no había que quitarle las palabras con tirabuzón, pero hablaba lo justo y necesario para no generar inconvenientes: “Acá hay gente de mucho poder metido en este gran negocio. No me atrevo a nombrarte ninguno, pero te aseguro que es gente muy pesada y que muchos están relacionados con políticos. Ya no puedo decirte más nada. Ya te dije demasiado”. Palabras fuertes son las que dijo Sheila, pero luego de lo dicho se despidió y  dijo: “Te recomiendo que no preguntes demasiado o que directamente no preguntes más por que por la zona hay gente que vigila, te  lo digo por tu seguridad”. Así fue que comenzó su caminata lenta hacía la otra esquina en donde  otras tres mujeres la aguardaban como para tener una charla entre amigas, pero no era más que aguardar de que algún cliente pase por alguna de ellas. 

María Cash: una búsqueda incesante que sólo suma más pistas pero ninguna certeza

Por Lionel Vecchio

Permanece desaparecida desde el 4 de julio pasado y todavía no hay ninguna certeza sobre su estadía: el caso de la joven María del Carmen Cash cada vez aparecen más pistas que no llegan a ningún lado y sólo suman confusión.

Todo comenzó cuando Cash, diseñadora de moda, se despidió de su padre en la estación de ómnibus de Retiro antes de partir a Jujuy, donde la aguardaría una persona en San Salvador a la cual le vendería sus últimos trabajos de ropa. Al llegar a la localidad salteña de Rosario, se bajó del ómnibus, y tras hacer dedo llegó a la capital jujeña, pero de allí desapareció y no se supo más de ella.

Como cada vez que desaparece una persona en nuestro país, se dicen muchas cosas y hay varias versiones sobre el lamentable hecho, que van desde la explotación sexual hasta la muerte. Cabe destacar que el 22 de agosto pasado desapareció Candela Sol Rodríguez en Villa Tesei y luego fue encontrada sin vida en un descampado a unas 35 cuadras de su casa, y hasta el día de hoy no se sabe cual fue verdaderamente el móvil del secuestro y posterior crimen de la niña de 11 años.

Hace más de tres meses que está desaparecida María Cash y los operativos policiales que se realizan en distintas provincias como Catamarca, Santa Fe, Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Misiones continúan con el único objetivo de encontrarla. Son muchas las versiones sobre su paradero: un hombre aseguró que la vio en un local de ropa salteño, una mujer afirmó que vio a Cash en las afueras de la capital salteña, el médico jujeño Jesús Chiquisaq declaró el 3 de agosto pasado que él mismo la atendió en su consultorio y hasta llegó a circular el rumor de que la joven de 29 años había sido descuartizada y que sus restos estaban congelados y custodiados en una morgue.

El expediente de la investigación  ya sumó más de 1000 hojas distribuidas en seis cuerpos  y todas las fotografías, informes y análisis de datos que surgen con el paso del tiempo, son incorporadas a la causa. Sin embargo las certezas en torno a lo que ocurrió con María son pocas si se las relaciona con la innumerable cantidad de hipótesis misteriosas (la última conjetura es que la mujer tendría pérdida de memoria, sin noción del espacio ni del tiempo).

Cada día se denuncia en Argentina la desaparición de tres chicos y un adulto, según datos proporcionados por Red Solidaria. En lo que va del 2011 y en la provincia de Buenos Aires han sido denunciados 26 casos; mientras que en la Capital Federal, hay muchos chicos que todavía son buscados por sus familiares.

María Cash fue vista por última vez el 8 de julio pasado en un video cuando caminaba al borde de una ruta a la altura del peaje Aunor, de acceso a la ciudad de Salta.  La joven diseñadora sigue sin aparecer desde aquella partida hacia Jujuy, cuando emprendió un viaje que se convirtió en un destino desconocido y una angustia incontenible para la familia. Las fuerzas policiales de distintas provincias y los juzgados de Salta y Jujuy continúan la búsqueda. Aún sin resultados.

A cinco años del caso Jorge Julio López: sin él, ¿hay nunca más?

Por Facundo Kisch

Jorge Julio López era un albañil de 77 años de edad. Vivía en la ciudad plántense de Los Hornos, algo alejado del centro de la capital de Buenos Aires. Desde el 17 de septiembre de 2006 nadie sabe algo de su paradero. Irónicamente, o no, el 18 de ese mes López debía presentarse a declarar por última vez en la audiencia de alegatos en los conocidos “Juicios por la verdad” en la causa del represor Miguel Etchecolatz, juzgado por secuestro y torturas a su persona, y la desaparición de otros dos individuos.

Esta desaparición no fue la primera, ya que López había sido detenido ilegalmente y llevado a distintos centros clandestinos de tortura durante la dictadura militar que gobernó la Argentina. Fue secuestrado el 21 de octubre de 1976 hasta el 25 de junio de 1979.

Mientras Jorge Julio López se encontraba desaparecido, Etchecolatz era Director de Investigaciones de la Provincia de Buenos Aires, encargado de uno de los centros de detención clandestinos y mano derecha del ex General Ramón Camps.

En su testimonio ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, López aseguró que había sido secuestrado en octubre de 1976, agregando haber sido torturado por Etchecolatz mientras estuvo detenido en la comisaría 8 de La Plata. También contó que pudo ver cómo ejecutaban con disparos en la cabeza a otras dos víctimas: Patricia Dell Orto y su esposo Ambrosio De Marco en el centro clandestino de detención que funcionó en Arana. López señaló a Etchecolatz como una de las personas que conformaban el grupo que lo secuestró en su casa.

Desde la segunda desaparición de López hasta la actualidad no se ha avanzado en ningún aspecto en cuanto a su potencial paradero. Rastrillajes fallidos: según el expediente judicial que lleva adelante el fiscal de La Plata Marcelo Martini, se realizaron más de 300 en diversos lugares de la Capital Federal y en distintas zonas del Conurbano bonaerense. Todos han sido infructuosos.

Al mismo tiempo se habilitaron líneas telefónicas para cualquier persona que desee aportar algún dato útil, pero al parecer ni la millonaria recompensa que ofrece el gobierno bonaerense ha servido para encontrarlo: se analizaron más de 1500 llamados de celulares activados en la zona de Los Hornos el día de la desaparición de López, pero tampoco se encontraron resultados.

Al cumplirse cinco años del caso Jorge Julio López, en todo el país se realizaron diversas marchas para pedir por su inmediata aparición. La sociedad deja día a día su indignada huella, y aparecen reclamos como “basta de silencio y encubrimiento oficial”, “aparición con vida de López”, “castigo a los responsables”, “basta de represión y asesinatos a los luchadores populares”.

El recuerdo de lo que no pudo ser

Por Eliana Cabezas y Manuela Canova

La memoria los sedujo, los engaño y les terminó clavando un puñal por la espalda. Nada era como ellos esperaban o, mejor dicho, recordaban. No había pleno empleo, la crisis acechaba y la violencia crecía a pasos agigantados. El terrorismo parecía no tener fin, como así también sus victimas, sus asesinatos.  

A medida que transcurrían los días el descontento aumentaba. No aguantaban más la situación, las acciones de la guerrilla, la inflación. Anhelaban que llegara el fin, que de una buena vez todo acabara. Sin embargo, jamás imaginaron que pronto se arrepentirían, que sus deseos se transformarían en pesadillas…

La argentina se hallaba envuelta en un profundo caos que “Isabelita” no podía controlar, dominar. Es ahí, en el momento más culminante, cuando se produce el golpe de estado y entra en acción el “Proceso de Reorganización Nacional”.

Ni bien asumió al poder, el gobierno de facto de Jorge Rafael Videla depuso las autoridades políticas y los ministros de la Corte Suprema, disolvió el Congreso y los partidos políticos e intervino las organizaciones sindicales. Pero no fue suficiente, el objetivo era otro: abatir el terrorismo subversivo, silenciar completamente a la Nación.

Ignorancia como excusa al individualismo

La ignorancia era enorme. Nadie conocía que era lo que ocurría, simplemente sabían que algunos “culpables” desaparecían. De esta manera, el miedo no sólo se instaló en la sociedad, sino que también produjo un gran individualismo. En otras palabras, poco a poco dejó de importar la opinión, la mirada, lo que le ocurría al otro.

El miedo por las consecuencias de cada acto se traducía como distanciamiento entre los ciudadanos. Nadie quería figurar en la agenda telefónica de algún conocido fuera militante o no, involucrado en política o no, por fobia a lo que le podía deparar el destino. Bajo el lema “el silencio es salud” publicado en carteles en las calles de las ciudades, la gente se atormentaba dentro de su reconocida ignorancia, entretanto las víctimas cumplían heroicamente el lema a “rajatabla”.

Mientras el caos económico los consumía por la falta de funcionamiento de la política económica, los ciudadanos argentinos se machacaban la cabeza y ocupaban su tiempo buscando a familiares que de un día para el otro no estaban más. Sí, como se lee: no estaban más. Como más adelante diría uno de los líderes represores de aquel entonces: “Ni vivos ni muertos, desaparecidos”, frase que tomaría más importancia cuando se dio a conocer el nefasto número: 30000 “ni vivos ni muertos”.

Poco a poco la gente se fue dando cuenta que no podía contar con nadie, que todas las entidades estaban ligadas con el Gobierno y que ni siquiera buscar asesoramiento jurídico era seguro. Sólo aproximadamente un 35 por ciento de las familias de desaparecidos hizo la denuncia ante la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP). Los argentinos estaban solos, atrapados en su reconocida ignorancia. Pero no tardarían en cambiar el rumbo de su destino.

La hinchada kirchnerista

Foto: sitio oficial de La Cámpora
Por Lionel Vecchio

Sus integrantes no se visten de traje, prefieren los jeans caídos, las zapatillas y las camperas informales. Se hicieron fuertes en el Gobierno tras la pelea con el campo en 2008 y en los últimos años llegaron hasta lo alto de la militancia oficialista. La Cámpora, creada por Máximo Kirchner, hijo de la Presidenta Cristina Fernández, avanzó en el último tiempo y escaló posiciones en la estructura gubernamental.

Tienen revista propia, sitios de internet, militan en comedores, se expanden en las provincias y llegaron a la Universidad de Buenos Aires para promover las ideas del oficialismo dentro de la Federación Universitaria (FUBA), un claro ejemplo del crecimiento de esta organización de jóvenes militantes.

Dirigida  por Andrés Larroque (32 años), ex presidente del centro de estudiantes del Colegio Nacional de Buenos Aires, La Cámpora es la madre de todas las agrupaciones de jóvenes kirchneristas.

Larroque, quien creó muchos comedores comunitarios y fundó el Frente Barrial 19 de Diciembre de Villa Lugano, Flores y Villa Soldati, asumió en reemplazo de María Cristina Perceval, ex legisladora K quien dejó el cargo denunciando fuertes presiones del Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Su mayor logro fue acceder a la Subsecretaría para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia en noviembre de 2009.

Con la ayuda de Larroque, la organización avanzó en la lucha para consolidar ideas y continuar con el proyecto que iniciaron hace aproximadamente 8 años. Sin duda es la hinchada de Cristina…

Facundo, el heredero de Hugo


Padre e hijo: Hugo y Facundo Moyano en un acto sindicalista

Por Lionel Vecchio
A simple vista no parece ser un sindicalista más, no se viste con chaqueta de cuero y siempre cuida su peinado. Sin embargo,  Facundo Moyano con sus jóvenes 26 años es el líder de la Juventud Sindicalista y sigue los pasos de su padre Hugo Moyano,  líder de la CGT.

Su progreso puede tener una parada prevista en el Congreso, ya que Facundo asoma como posible candidato para diputado nacional por el PJ Bonaerense en las próximas elecciones del 23 de octubre.

Secretario general  del Sindicato Único de Trabajadores del Peaje y Afines (SUTPA),  se muestra de a poco en el mundo gremial que es verdaderamente complejo y posee lógica propia.

El crecimiento del la Juventud Sindicalista va de la mano de su conductor. En las primeras reuniones, desarrolladas en el gremio de los canillitas, participaban dirigentes de no más de 20 sindicatos. Pero el asunto cambió, ya que en abril de este año en la Ciudad de Chapadmalal se reunieron 1000 referentes de más de 50 organizaciones de 14 provincias para celebrar el primer congreso nacional.

La primera movilización de la Juventud fue el 24 de marzo de 2010 por el Día de la Memoria, desde entonces la agrupación fue sumando adeptos y en agosto de ese año, Facundo Moyano brindó un acto para 16000 personas en el Luna Park por el cual fue felicitado por el ex presidente de la Nación Néstor Kirchner. En este año, sus convocatorias llamaron a mucha gente por el Día de la Lealtad, homenaje a La Cámpora (11000 militantes en la cancha de Huracán) y por el Día del trabajador.

Con un poco más de un  año como empleado en la estación de peaje de Hudson, Facundo Moyano formó su propio gremio: Sutpa, el cual aumentó su caudal de afiliados a partir de la disputa gremial que se generó con los trabajadores de la Unión de Empleados de la Construcción y Afines (Uecara) y el Sindicato de Comercio (SEC).

Su figura emerge de  una generación que se crió en democracia y hoy es el ejemplo a seguir por muchos adolescentes y jóvenes que intentan hacer sus primeros pasos en  la política sindical y militante.

Hoy  sigue los pasos de su padre, con la templanza de un hombre grande pero con la ejecución de un joven. Sin duda, el heredero de Hugo.

La Bandera de la Argentina y un recorrido especial

La Bandera más antigua, pero no la primera, se encuentra en la Casa de Gobierno de Jujuy

Por Gastón Rivada

La bandera argentina tiene como su origen una tradición que comienza días antes de la Revolución de mayo, cuando los próceres patriotas Domingo French y Antonio Luis Beruti comenzaron a repartir cintas de colores celestes y blancas a las que se denominaron “escarapelas”. Las mismas, eran regaladas a todas las personas que se adherían a la idea de la independencia.

En cuanto a la elección de los colores, en un principio algunos decían que eran rojo, blanco y azul, en alusión a la bandera francesa que inspiraba la revolución ocurrida en 1876. Otros, por el contrario, decían azul, celeste y blanco en referencia a los regimientos compuestos por los criollos durante las invasiones inglesas durante 1807. A pesar de esto, en ninguno de los casos existen documentos que confirmen dichas teorías al respecto.

Una vez fijados los colores establecidos por French y Beruti, el azul, celeste y el blanco usados en diferente orden, se decidió utilizarlos en las banderas de todo el país.

Entre 1812 y 1813, Manuel Belgrano, en sus campañas con el Ejército de los Andes por el norte de nuestro país, diseñó varias banderas utilizando los mismos colores, aunque recién en 1819 y 1820 sería usada la bandera que actualmente es utilizada en todas las escuelas e instituciones de la República Argentina.

La primera bandera utilizada por Belgrano fue en 1812 fue con tres franjas –blanca, celeste y blanca- horizontales, la cual un año más tarde fue elegida como Bandera oficial de la Provincia de Tucumán.

También el Ejército de los Andes usó como estandarte una bandera con dos franjas verticales, una celeste y una blanca. Además, entre 1815 y 1820, José Gervasio Artigas impuso una insignia (no oficial), volviendo a las franjas horizontales, esta vez, celeste, blanca y celeste con una banda roja cruzando de derecha a izquierda.
Recién en 1819 fue elegida la bandera actual con el sol en el centro.